Si perteneces al grupo de las personas que lloran con las películas no tienes nada de qué avergonzarte; que la ficción te haga sentir emociones reales indica que eres una persona con empatía y mucho más fuerte que las que no se conmueven. Tú logras sentir como si fueras los mismos personas, ves como ellos ven y te trasladas a su vida, todo esto te ayuda a comprender con más claridad diferentes situaciones.
Mientras más emociones tengas con una película, más oxitocina liberará tu cerebro. De acuerdo con un estudio realizado por Claremont Graduate School, la segregación de esta hormona te ayuda a conectar con otras personas, haciendo que tú te vuelvas más amable y empático.
Por ello, cuando lloras no es para nada un signo de debilidad, más bien una señal de empatía, de que sientes las emociones ajenas, algo que te vuelve una persona emocionalmente fuerte. Las personas que no poseen empatía suelen tener problemas en sus relaciones interpersonales pues no saben cómo conectar con otros llevando, así, a que tengan conflictos y no consigan relaciones sanas y basadas en el apoyo.
Así que si estás a punto de desbordar lágrimas cuando miras una película pero hay personas cerca, no te reprimas, es señal de que eres más fuerte de lo que crees.
Fuente:
Cultura Colectiva
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