Los buenos lectores saben que no existe mayor placer que el aroma que expide un libro nuevo, o mejor aún, un libro con historia y sabiduría: un libro viejo, pero ¿por qué este aroma resulta tan placentero? La respuesta se encuentra en una sustancia llamada lignina.
La lignina es una sustancia orgánica, un polímero que se encuentra en la madera que se utiliza para la fabricación del papel y que conforme pasa el tiempo se descompone, y degrada la celulosa, generando una particular fragancia, además del tono amarillento en las páginas de los libros. Este aroma suele recordar a la esencia de vainilla o al olor que desprende la madera mojada.
Al igual que otras preferencias o predilecciones que puedan llegar a tener las personas, la inclinación por un aroma puede estar ligada directamente con experiencias positivas que vivieron en la infancia, por lo tanto se relaciona este tipo de aromas con estímulos agradables. Probablemente si te gusta mucho el olor a libro viejo, pasabas mucho tiempo entre libros o disfrutabas una buena tarde de lectura.
La mala noticia es que actualmente la lignina se utiliza con menor frecuencia para evitar el deterioro de los libros, aunque esto resulte positivo, también quiere decir que en algunos años este particular aroma podría estar en peligro de extinción.
Fuente:
Cultura Colectiva
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