¿Conoces a alguna persona que no le gusten los abrazos? ¡Aquí te platicamos porque!
Abrazar es un gesto de cariño, empatía, que brinda seguridad y bienestar... para muchas personas.
Sin embargo, para algunas otras puede significar exactamente lo contrario: incomodidad, desagrado e incluso angustia.

¿Por qué a algunas personas no les gustan los abrazos?
Según los expertos, tiene que ver con la forma en que las personas son criadas.
"Nuestra tendencia a involucrarnos físicamente, ya sea abrazándonos o palmeándonos las espaldas, es a menudo un producto de nuestras experiencias de la primera infancia", dice Suzanne Degges-White, profesora de Consejería y Educación del Consejero en Northern Illinois University.
Un estudio de 2012 publicado en Comprehensive Psychology descubrió que las personas que fueron criadas por padres que abrazan frecuentemente tenían más probabilidades de lidiar bien con los abrazos en la edad adulta.
El estudio concluyó que, "abrazarse es un elemento importante en la educación emocional de un niño".
En tanto, las personas criadas por papás "no-abrazadores", tienden a sentirse incómodos con la sola idea de abrazar o ser abrazados.
"En una familia que típicamente no demostraba cariño físicamente, los niños pueden crecer y seguir el mismo patrón con sus propios hijos", detalla el estudio.