Según datos arrojados de investigaciones científicas, las personas que se enojan muy frecuentemente, tienden a engordar más fácilmente.
Y esto es debido a que ante un enojo, el cuerpo genera estrés y al mismo tiempo segrega cortisol, la cual es una sustancia que se produce en las glándulas adrenales ubicadas en la parte superior de los riñones.
Por otro lado, cuando nos enojamos tendemos a comer más de lo normal ya que la mente no procesa realmente que estamos comiendo en exceso, simplemente cubre la necesidad de ansiedad que esto genera.
Sin embargo, la razón atiende totalmente a datos científicos, ya que, al pasar por un enojo, la obesidad en cierta medida por las sustancias que se liberan al momento de las emociones.
Así, que hay que tener mucho cuidado con la autoregulación y nuestras emociones, ya que un enojo, no sólo causa la obesidad, sino mucho más allá, puede provocar daños en el sistema nervioso y el sistema circulatorio.
Tratar te tener una vida sana y feliz, puede ser la causa de que podamos vivir más tiempo y disfrutar de nuestra familia.
Fuente:
Chispa Tv
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