Ahora, un curioso robo está dando mucho de qué hablar. Tres sujetos hurtaron a un tiburón del acuario San Antonio en Texas.
La estrategia de los ladrones no requirió de amenazas, disparos o violencia; de hecho, demostraron estar altamente entrenados.
El método que emplearon los rateros de tiburones fue muy sutil y quizá a nadie se le hubiera ocurrido. Simplemente tomaron al pez marino, lo disfrazaron como bebé y lo metieron a una carriola.
En un momento de distracción, uno de ellos saca al tiburón del estanque para envolverlo en una cobija. Después, despojan a un bebé real de su carriola para utilizarla como vehículo de escape.
Una vez que el tiburón ya se encuentra cómodo en la carriola, los ladrones recorren los pasillos del acuario con tranquilidad como si nada hubiera pasado, lo que impidió que surgiera alguna sospecha.
Después de ver las cámaras de vigilancia, la policía intentó rastrear al automóvil en el que llegaron los ladrones, pero también era robado.
Nadie sabe a ciencia cierta por qué los sujetos cometieron ese delito. Quizá sean traficantes de fauna exótica o simple y sencillamente decidieron que sería muy "chistoso" robar a un tiburón.
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