Día con día desarrollamos hábitos aparentemente inofensivos, pero que podrían conllevar consecuencias inimaginables.
Tal es el caso de una joven australiana llamada Courtney Whitorn que tuvo que sufrir la amputación de su dedo. El problema surgió a partir del mal hábito de morderse las uñas.
Whitorn se mordió las uñas durante 20 años, pero nunca manifestó ningún problema... todo marchaba bien, hasta que en 2014, su dedo empezó a ponerse de color negro.
A pesar del anormal color de su dedo, la chica hizo caso omiso; no le contó a nadie sobre el problema.
Las cosas empeoraron años después, por lo que finalmente decidió acudir a un médico que le diagnosticó un extraño cáncer de piel llamado melanoma lentiginoso acral.
Al tener certeza sobre lo que ocurría con su dedo, la joven fue sometida a cuatro cirugías para extirpar el cáncer y una última para quitarle el dedo.
La vida de Courtney dio un giro de tuerca brutal, pues ahora tendrá que ir a chequeos constantes durante los próximos años para evitar que el cáncer regrese.
A pesar de que el médico indicara que el cáncer se originó por morderse las uñas, hay otros doctores escépticos ante el caso.
¿Con esto te siguen dando ganas de morderte las uñas?
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