Todo mundo se ve adorable con esas fotografías con cara de perrito, conejo o ratones, las chicas se ven súper chick con sus coronas de flores pero un nuevo estudio del Boston Medical Center en Massachusetts, revela que el uso excesivo de los filtros de Snapchat pueden dañar tu salud mental, con espectros que van desde trastornos de autoestima, imagen corporal, hasta trastorno dismórfico corporal, asociado al espectro obsesivo compulsivo.
De forma explícita, el uso adictivo a estos filtros altera la realidad de ti y la forma en que conoces tu cuerpo, el más pequeño defecto físico, se puede volver una obsesión. Incluso, últimamente, se ha incrementado el número de solicitudes de cirugías estéticas con el afán de tener rasgos más parecidos a los de los filtros.Una encuesta realizada por los científicos, descubrió que en 2017, el 55% de los cirujanos plásticos trataron a personas que buscaban “mejorar su apariencia en selfies”.
“Los filtros para selfies pueden hacer que las personas pierdan el contacto con la realidad, creando la expectativa de que debemos estar perfectos a todas horas”, explica Neelam Vashi, coautor del estudio.
Para ser claros, no sólo los filtros de Snapchat pueden dañar tu salud mental, también los filtros deInstagram y cualquier otro medio o red social, capaz de cambiar tu imagen. Provocando además episodios excesivos de adrenalina y ansiedad, que pueden encausarte a una depresión.
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